martes, 5 de junio de 2012

Veredicto de una realidad fingida

Y suelo preguntarme si pensas en mi, si cada vez que estas solo necesitas de mi companía. Las eternas noche de insomnio que quebraban los deseos y hoy solo nublan la memoria. ¿Abrazas, acaso, la almohada recreandoi en ella mi cuerpo? ¿Buscas en la oscuridad el fantasma de mi presencia?
Éramos uno, al menos eso creíamos ser, y nos dimos cuenta que no era más que un reflejo de un deseo que apenas podíamos alcanzar. Nos abrazamos innumerables veces, buscando en el otro lo que nos faltaba. Lo encontramos, pero solo por un instante. Desaparecimos. Dos islas en medio de un mar de fachadas intangibles, sin un propósito, sin mayor necesidad que la de saciar nuestros cuerpos hermitaños. Corrimos de un lado a otro sin metas. Buscamos nuevamente y coincidimos que nadie podía unirse mejor que nosotros. Desahuciados depellejamos el deseo carnal que nos agobiaba, abandonando entre sábanas lo que creíamos, era amor.
Giramos alrededor de un mismo eje y emprendimos el camino, que tiempo atrás, nos había hecho caer. Callaste todas tus expectativas y enmudecimos juntos ante el hecho de que nos amábamos de nuevo. Las discusiones eternas, no lograron vencer a los contados momentos de unión, que se tornaron casi una adicción. Y me alejé con la ilusión que te llvara a buscarme, pero yo siempre fuí la que rogaba y no servía cambiar la rutina. Pero quise romper tus precisa y calculada objeción, dehilachando así la única cuerda que nos unía. Intenté, en vano, reconstruirla. Tus contradicciones me llevaron a odiarte, dejando apenas entrever de forma miserable, la razón por la cual antes había llegado a amarte. Y no me arrepentí y no me arrepiento de sentirlo, porque el odio, que creía me haría más fuerte, logró corromperme y solo puedo decir que te quiero más que antes. Porque me es imposible odiar algo que amé y remotas son las posibilidades de olvidar algo que siempre esta presente. Te veo. En sueños, entre fotos desgastadas, alrededor de mi ser, en ojos ajenos, situaciones exageradas.
Tus miradas perversas y tus cachetadas verbales, no eran más que pasajeras y siempre encontré en ellas sentimientos que perturbaban tu ser. Yo me volví pequeña y sumisa, como un chico que no logra contener sus deseos de errar y terminaba por enaltecer a tu persona, condicionando la mía. Probé, entre tentativas casi imposibles, cambiar y exploré la necesidad de tenerte por un rato o perderte para siempre. Me aferré a tus condiciones. Quise ser solo tuya, me en tus ojos encontré caricias fundidas por un odio dudoso. Y siempre tuve miedo de caminar por tu cornisa, pero me arriesgué y me dejaste caer al vacío.
Ahora puedo mirarte y descubrir la inseguridad de tus acciones, el escudo protector lleno de aberraciones ilusas, tu amor consumido dentro del más profundo terror y aquel dolor impenetrable que guiaba tu accionar. Tus predicciones maduras te llevaron a perder lo que dijiste que querías y yo intenté arrancarte de tus dudas, demasiado tarde. Volví a hundirme en la duda y el aquel poso, todavía me traga como una bestia hambrienta que nunca logra saciarse. Tengo que llorar, sangrar, arrancar los pecados y extirpar las culpas para que me creas y te quiero, pero nose si estoy dispuesta a querer bajo imposiciones y reglas.
Daría todo para amarte libre como antes y confiar ciegamente. Podría doblegarme ante una simple muestra de cariño fingido y separarme de la realidad entre ilusiones anheladas. Te daría lo que tengo y buscaría mas entre los recovecos de mi corazón. Renovaría mis votos de fidelidad caducada y los firmaría con un "para siempre". Eternos. Dulces como la miel, marmóreos lejanos a la perfección. Tallados por rencorosos que dejaron a la vista nuestros defectos, esparciendo entre desconocidos nuestras virtudes.
Entre líneas busqué lo que quería, pero jamás logré encontrarlo. Destrocé por vos mi humanidad, volviéndome un animal sin corazón, pero nunca fue suficiente. Me aferré a la noche y entre momentos no quiero dormir, porque se que solo en sueños puedo acercarme. Tengo miedo de olvidar, pero se que solo así puedo recordarte. 
Aterrada me uno a tu respiración, porque solo así puedo sentir la mia. Suspiro pensando que existe la posibilidad de volver a suspirar juntos. Abrazo encontrando en otros tu calor y entrego besos vanos buscando en otros labios los tuyos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario