jueves, 31 de mayo de 2012
Deseables pero Inexistentes
Destrucción masiva, mil pedazos rotos. Rota en cristales sin forma.
Mentiras, mentira. No. Pensamos lo mismo, todavía lo queremos, el
futuro, se unieron los puentes frondosos como bosques inmensos.
Innumerables luces, espumas, flashes multicolores. Unidos. lo deseamos,
lo desean, lo deseabas. Nos desearon y me dijiste y te dije lo que
ellos habían dicho. Y mentí y por momentos pensé que vos también
mentías. Nos juntamos, ya no más. Lo enfermamos, lo enfermé y lo
seguimos haciendo, casi sin querer, si hay destino; pero no existe
"ese" que buscamos sin errores. Si es verdad, podemos hacerlo puro. Soy
yo, de nuevo, te lo digo y te lo repito con aquel mismo objetivo de que
retumbe como bombos. Tu cabeza y la mía. El vicio de tenerte cerca, la
inconsciencia de la herida. El olvido que te tengo lejos. No tengo
nada, un pedazo de memoria que se divide en ínfimas partículas que ya
no existen. Busquemos lo contrario. Un teléfono. Desconectados. El
olvido es quien hace que sea más difícil olvidar. Generador de
pasiones. Rencores, quizás. Existen. Existimos, lo sabes, yo también.
Lo acepto. Vos no queres. No se que busco, pero se donde encontrarlo. A
la izquierda de tu pecho, ahí donde rebalsan sustancias que brillan de
colores indelebles, imborrables. Recorren mi cuerpo, no pueden
penetrarlo. Buscamos. ¿Qué buscas? Confianza dentro tuyo. Cambiamos el
mundo, el nuestro, chiquitito con forma de nuez. La miel, la hiel
similares de distintas percepciones. Percibimos los sin sabores.
Agrios, dulces, amargos, que empalagan, saladitos, los más ricos, los
que odiamos. ¿Otra persona? ¿Quién te ama así?
¿Quién te busca así? Mi nombre colapsa los lugares más recónditos de tu
mente, mis palabras disturban formando completas paranoias. Te carcomen sin
sentido. ¿Es la verdad? Hoy, mañana, ayer... Terminamos. Quiero
empezar, intentar lo que no hice: contarte cosas tristes pensando en
ser felices. No pienses más, arriesgamos juntos de la mano o tal vez
sin tocarnos. Me duele pensar, pensar nos duele. No es posible olvidarlo,
pero tampoco es imposible curarlo. Alegrías nuevas, alegrías de
siempre, errores que van y errores que vuelven.
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